miércoles, 21 de octubre de 2009

Grandes noches europeas. Copa de Ferias 65/66

Participaba por segundo año en Europa nuestro club, en la hoy desaparecida "Copa de Ferias", con una plantilla corta para encarar dos competiciones encima la suerte nos era esquiva en el sorteo y nos toco en primera ronda el Sporting de Lisboa que había sido recientemente campeón de la también desaparecida hoy en día Recopa de Europa.
Se disputo el primer partido en la capital lisboeta a las ordenes del trencilla escoces Mister Mulligan, formando el RCD Español con: Carmelo, Bergara, Mingorance, Alvarez, Riera, Sabate, Amas, Rodilla, Di Stefano, Miralles y José María. Tras ir perdiendo 2-0 en un contraataque Miralles de cabeza marco el 2-1 con el que acabo el partido y que dejaba las espadas en todo lo alto para la vuelta en el mítico estadio de la Avenida de Sarria.
De esta forma llega la noche del miércoles 24 de noviembre de 1965 con un Sarria lleno hasta los topes y a las ordenes del ingles Mister Cranford el RCD Español forma con la siguiente alineación: Carmelo, Bergara, Mingorance, Alvarez, Riera, Ramirez, Amas, Rodilla, Di Stefano, Miralles y José María.
Salio el Español espoleado por el publico pero sin remate y para colmo de males en el minuto 26 el portugués LorenÇo marca el primero para ellos en fallo defensivo españolista.
Cuando el desanimo aun no se había apoderado de los nuestros en el minuto 33 LorenÇo se va de dos defensas, cede a Duarte quien marca el 0-2.
Así se llega al descanso con tres goles de desventaja en el computo total de la eliminatoria, recordemos que en esa época no existía el doble valor de los goles del visitante.
Pues claro, con este panorama nadie daba un duro por pasar la eliminatoria pero el vicepresidente Vila Reyes bajo al vestuario y hablo al plantel:
¿Son ustedes capaces de jugar como hasta el primer gol?-pregunto Vila Reyes
"Lo somos, claro esta"- contesta Di Stefano
"Pues salgan y den la vuelta a la eliminatoria"- le contesto sonriendo el vicepresidente.
Pues con estos renovados ánimos salen los nuestros de la caseta, con la increíble afición animando como si fuera posible, pero al minuto cuatro de la segunda parte se escapa Duarte y nos marca el 0-3, ahora si que remontar 4 goles en 40 minutos ya parece imposible del todo.
Pasan los minutos y cada vez parece mas claro que no hay nada que hacer hasta que en el minuto 11 José María de penalty marca el 1-3.
Eso es como un toque de atención y tanto como jugadores como publico se ponen las pilas y vuelven a creer.
Teníamos una gran suerte y era contar en nuestras filas con el mejor futbolista de todos los tiempos, que no era otro que el gran Alfredo Di Stefano, y de repente apareció en su mejor versión de director de orquesta y a su lado los José María, Miralles, Ramirez, Amas, Rodilla empezaron a asediar a los lisboetas.
De esta forma en el 21 del segundo tiempo tras centro de don Alfredo remata de cabeza Miralles el 2-3, volviendo loca a la grada que empuja al equipo a por el tercero.
El Español ataca lanzado contra el área de los portugueses que defienden su ventaja como pueden y asi en el minuto 26 tras una serie de remates de los nuestros el balón sale a corner, corner que bota Jose Maria, le vuelve el balón a José María vuelve a centrar y aparece Rodilla para poner las tablas en el marcador. La locura se instalo en la Avenida de Sarria, faltaba un gol para forzar el desempate y dos para pasar de ronda, en esos momentos todo era posible...
Y mas posible pareció cuando a los 28 minutos Rodilla de disparo raso marca el 4-3, se había empatado la eliminatoria y quedaba tiempo por delante.
Lo que quedo de partido fue un acoso blanquiazul, pero el cansancio y los nervios impidieron la llegada del quinto gol, pero la heroicidad ya estaba hecha.
Como escribió un cronista de la época en "Solidaridad Nacional": "El equipo españolista se negó a perder cuando todo estaba perdido, y su fe le dio alas para ganar".
Y esta frase del cronista es para mi la gran enseñanza de ese partido y es aplicable a los tiempos modernos, los pericos desde los inicios de nuestra historia nunca y repito nunca nos hemos rendido y ese es uno de los principales valores que forjan nuestro inmortal carácter, así que no bajemos los brazos y sigamos luchando como nuestros abuelos y nuestros padres, porque ser perico es ser distinto a la masa y forma parte para muchos de una tradición familiar.
Por cierto el partido de desempate se disputo de nuevo en Sarria y ganamos 2-1 con dos goles de Rodilla, otro icono del españolismo y gran futbolista.